El autoconcepto se refiere a cómo una persona ve sus pensamientos, creencias y convicciones, se trata de un conocimiento individual de si mismo y depende mucho del concepto que tiene una persona de sí, el éxito de sus relaciones con los demás.
Definición autoconcepto
El autoconcepto es la forma en que los individuos se ven a sí mismos como completos, físicos, emocionales, intelectuales, sociales y espirituales.
El autoconcepto es una imagen subjetiva del yo y una mezcla compleja de sentimientos, actitudes y percepciones inconscientes y conscientes. El autoconcepto nos da un marco de referencia que afecta a nuestros pensamientos a nuestra situación y a las relaciones con los demás.
Componentes del autoconcepto
El autoconcepto consiste en la imagen corporal, el yo ideal, Autoestima, Rol, y la propia identidad.
Imagen corporal
Imagen corporal es la actitud de un individuo hacia sí mismo, ya sea consciente o inconscientemente, incluyendo percepciones pasadas o presentes de importancia, ya que la imagen corporal es dinámica porque una persona cambia constantemente su propia percepción gracias a sus experiencias nuevas.
La imagen corporal se desarrolla gradualmente durante varios años a partir de que el niño aprenda a conocer su cuerpo y estructura, funciones, habilidades y limitaciones. La imagen corporal puede cambiar en unas pocas horas, días, semanas o incluso meses, dependiendo de los estímulos externos en el cuerpo y los cambios reales en la apariencia, las suturas y la función.
Yo ideal
El yo ideal es la percepción de un individuo de cómo debe comportarse de acuerdo con los estándares personales. Los estándares pueden relacionarse con el tipo de persona que desean o una serie de aspiraciones, objetivos y valores logrados. El yo ideal se dará cuenta de ideales o autoestima basados en normas sociales en el entorno donde el individuo da a luz al autoajuste. El yo ideal actúa como un regulador interno y ayuda a las personas a mantener la capacidad de lidiar con conflictos o condiciones que los confunden. El yo ideal es importante para mantener la salud y el equilibrio mental.
La formación de la yo ideal comienza en el momento en que los niños son influenciados por personas cercanas a sí mismas que dan cierta esperanza u orientación. Con el tiempo, el individuo internaliza estas expectativas y se formará desde la base del yo ideal. En la adolescencia, se formará un yo ideal a través del proceso de identificación en padres, maestros y amigos. A una edad más avanzada se realizan ajustes que reflejan una fuerza física reducida y cambios en los roles y responsabilidades.
Autoestima
La autoestima es una evaluación personal de los resultados logrados al analizar cuánto su comportamiento está de acuerdo con sus ideales. La autoestima se obtiene de uno mismo y de otros, cuando se es una persona amada, respetada y valorada. Quienes se juzgan positivamente tienden a ser felices, saludables, exitosos y capaces de adaptarse, por el contrario, el individuo que se juzga de forma negativa, entonces será una persona insalubre, ansiosa, deprimida, pesimista, con sentimientos negativos, no se sienten amados ni aceptados en su entorno.
La autoestima se forma a partir de la pequeña aceptación y atención. La autoestima aumentará según el aumento de la edad. La autoestima será muy amenazante en la pubertad, porque en este momento la autoestima está cambiando, porque se deben tomar muchas decisiones con respecto a sí mismo.
Rol
El papel es un conjunto de actitudes, valores y objetivos conductuales que la comunidad espera que estén vinculados a funciones individuales dentro de los grupos sociales. Todos están preocupados por varios roles relacionados con la posición en cualquier momento durante el ciclo de vida. La alta autoestima es el resultado de un papel que satisface las necesidades y se adapta al yo ideal.
Autoidentidad
La autoidentidad es la autoconciencia que un individuo puede obtener de sus observaciones y juicios, al darse cuenta de que su individuo es diferente de los demás. Alguien que tenga un fuerte sentido de identidad propia se verá a sí mismo de manera diferente a los demás, y es insuperable. La identidad se desarrolla desde la infancia, junto con el desarrollo del autoconcepto. En la autoidentidad hay autonomía, es decir, comprensión y confianza, respeto por uno mismo, poder controlarse, organizarse y aceptarse.